Hace un tiempo me pidieron un par de artículos sobre Rock para una publicación generalista. No había que profundizar mucho, así que los expertos absténganse de hacer comentarios. Creo que no fueron publicados finalmente; si pasó lo contrario, no recuerdo haberlos cobrado. De modo que, antes de que se pierdan en el cajón de las letras revueltas y olvidadas, a continuación los tenéis.
Jon Marin
Rock para todos.
HEAVY METAL
A mi sobrina, que sigue los ritmos
discotequeros, machacantes y reiterativos que impone la cadena de televisión
MTV, se le ocurrió preguntarme el otro día quién inventó el término Heavy
Metal. Sin preocuparme qué conversación de recreo le había planteado la duda,
sin que notara mi cara de aprieto, opté por la respuesta rápida y humorística:
"Heavy Metal, cariño, era un dios de la mitología escandinava, guerrero,
orgulloso y altivo, con largas melenas."
Su cara de incredulidad acompañada de una media
sonrisa me obligan a explayarme en este artículo, se lo debo, y espero que a
usted, querido lector, no le atemoricen los duros tambores que suenan de fondo
y siga leyendo hasta el final.
Dicen los entendidos que la primera canción
donde se escucharon las dos palabras que dieron nombre a uno de los géneros más
seguidos, y a la vez más denostados por los grandes medios de comunicación, a
lo largo ya de casi cinco décadas fue 'Born to be wild' (1968) de Steppenwolf.
Recuerden la película de culto 'Easy rider' (1969), las motos rugiendo y esta
frase de fondo: "I like smoke and lightning/ Heavy metal thunder/ Racing in the wind…" Aunque sería muy
arriesgado meter a este grupo canadiense en el saco del Heavy Metal, bien está
como primera referencia rodeado del mundo de las Harley Davidson. No en vano, el chiste dice que si trasladamos a un
seguidor del Heavy, a un metalero, al
Medievo, éste llegará al castillo sobre una de esas motocicletas, matará al
dragón a espadazos y se tomará unas cervezas con la princesa antes de hacer el
amor con ella.
Algunos autores de libros, representantes
de grupos o críticos musicales utilizaron las dos palabras malditas antes o
después pero la discusión sería tan larga como engorrosa, de modo que no me
queda más remedio que ponerle a mi sobrina un disco de Black Sabbath, primero,
y otro de Judas Priest después. Quizás alguno de ustedes defienda que tendría
que haber elegido a otros artistas como Led Zeppelin y Deep Purple, mas eso
abriría una nueva disputa en la que entraría el término Hard Rock –Rock Duro-.
Así que, querida sobrina, ¿por qué no quedarte en el mundo de la fantasía
nórdica y añadir un nombre al clan de los residentes en Asgard?
Jon
Marin
LA "MANO CORNUTA"
De México a Filipinas pasando por Gran
Bretaña, si asistes a un concierto de Rock Duro verás que los que te rodean,
insistentemente, alzan el brazo y dejan sólo a la vista sus dedos índice y
meñique formando el símbolo de los cuernos con su mano. ¿Te has preguntado por
qué?
La primera persona que hizo dicho gesto
sobre un escenario, o al menos la que lo popularizó, nació en Portsmouth, Nuevo
Hampshire (EE. UU.) en 1942. Iba para farmacéutico pero dejó los estudios por
la música. Ya tocaba la trompeta y el bajo pero se dio cuenta de que tenía que
explotar sus crecientes capacidades vocales. Estamos a finales de la década de
los cincuenta, principios de los locos sesenta, y por tanto hablamos de bandas
de Rockabilly. ¿Imaginan a Elvis Presley haciendo los cuernos?
Este personaje no llegaba al metro sesenta
y cinco de altura y su gusto por vestir con motivos mediales, ya a finales de
los sesenta, le daba un aire de duende, de elfo. De hecho, una de las bandas
que le empezó a dar popularidad se llamaba The Electric Elves (Los Elfos
Eléctricos) y posteriormente acabaría quedándose con el simple apelativo de
Elf. Comenzó a ser mundialmente reconocido y a vender respetables cantidades de
discos cuando el guitarrista Ritchie Blackmore, tras abandonar Deep Purple, le
llamó para que cantase en su nueva banda, Rainbow. Tras tres redondos de
estudio y uno en directo, nuestro protagonista cuyo nombre artístico, por cierto,
era Ronnie James Dio, abandonó este proyecto y se unió a Black Sabbath tras la
expulsión del cantante (y hoy megaestrella) Ozzy Osbourne. Estamos en 1980 y
ahí un flash captó por primera vez a
Dio haciendo el famoso gesto.
Las connotaciones satánicas que siempre
acompañaron a la música de Black Sabbath podrían hacernos pensar lo evidente:
Son los cuernos del diablo. Pero el verdadero apellido del bueno de Ronnie
–Padavona- y sus declaraciones nos llevan a otra conclusión. Su abuela,
italiana, hacía continuamente esta señal para alejar el mal de ojo y las
desgracias. Él nos trajo la mano cornuta al
mundo del Rock y se ha quedado para siempre. La próxima vez que disfrutes de un
concierto, desfógate cuanto quieras alzando los dos dedos al cielo sin miedo a
recibir un puñetazo de tu vecino, nunca pensará que estás dudando de la
infidelidad de su pareja.
R. J. Dio falleció el 16 de mayo de 2010,
un cáncer de estómago se lo llevó al Olimpo del Rock. En dos copas de mármol
que flanquean su sepulcro están grabadas sendas manos con la señal de los
cuernos.
Jon Marin
Suscribirse a:
Entradas (Atom)