Por fin se fue 2010 y aquí está el 2011, año que promete ser todavía peor. Nos guste o no, el país está en la más absoluta quiebra. Lo sabemos todos aunque nos ponga los pelos de punta decirlo. Cualquier ama de casa de las de antes sabe mejor que nuestros ministros que no se puede gastar más de lo que se gana. España se ha gastado ya lo de los próximos diez años a base de endeudarse. Y eso lo tenemos que pagar queramos o no. En los próximos meses el estado español tendrá que recurrir a la ayuda del exterior, lo cual aumentará la deuda ya existente y nos meteremos en un pozo del que nos costará muchos años salir.
Pero es posible que esto, aunque malo para nuestros bolsillos, sea bueno para despertarnos del letargo en el que llevamos sumidos desde mediados de los 90. Hemos creído que éramos ricos. Mientras la burbuja ha existido no han dejado creerlo. Pero ahora ya no hay nada y hay que volver a lo que éramos, lo cual, como digo, puede que no sea tan malo.
He leído que en los 80 hubo una crisis muy grande, con un paro del copón, una inflación enorme y unos problemas sociales bastantes duros. Precisamente por ello la gente soñaba. Se soñaba con subsistir, con mejorar, con alcanzar un nivel de vida algo mejor. Y el que tiene sueños generalmente lucha por ellos. He leído que la gente que tenía trabajo se mataba a currar y que el que podía tenía una cosa que se llamaba pluriempleo, que consistía en trabajar ocho horas en un sitio y al terminar otras ocho horas en otro. La gente se curraba la vida. Cuando la gente está activa se despierta la mente y toda esa energía explota en forma de creatividad. Y así llego adonde quería llegar.
Llevamos casi dos décadas de aburguesamiento generalizado. Seguramente no en nuestras cuentas bancarias, pero sí en nuestra percepción de derechos. Nos creemos que tenemos derecho a todo y, en vez de buscarnos la vida y luchar por lo que queremos, lo que hacemos es gritar fuerte a ver si cae el maná del cielo. Entiéndase por cielo la paga del viejo o el subsidio del Estado.
Y en este estado de cosas nos sorprendemos de que el Rock esté como está.
¿Dónde ha quedado lo de patearse media Castellana para llegar al Pabellón y así poder pillar un litro con lo que te ahorrabas del billete? ¿Y lo de pedir un durito en el metro hasta juntar la entrada del Canciller? ¿Qué fue de la casa de tu colega donde te tirabas la tarde con tres petas, cuatro litros y unas pipas porque no había un chavo para nada más? ¿Y las tardes en el barrio pateando las calles porque era gratis?
Los vaqueros rotos no se compraban así, se rompían del uso. La ropa militar con el logo de tu banda favorita se compraba en el rastro de segunda mano y se la pintaba uno mismo. Mi primera guitarra se la compré a un yonqui del barrio (seguro que la había robado) con lo que ahorré durante bastantes meses. Pero ahora se paga una pasta por un pantalón con rotos, otra por una chupa de tu banda favorita, tu primera guitarra es una Ibanez de 750 pavos y vas a ensayar en coche. Ya no se hace Rock, se juega a ser rockero. ¿Ir a un concierto? Pero qué me estás contando. Aquí el que mola soy yo…
No tenéis ni puta idea de lo que es el Rock. El Rock surge de la energía que aplicas en la lucha por lograr un sueño. Pero ahora no tenéis sueños porque os ha tocado una época en que lo habéis tenido todo. Lo que tenéis son ensoñaciones, es decir, pajas mentales. No, es que yo tal… No, es que yo cual... Una mierda. El Rock no se puede hacer en casa de papá.
Este año ha sido malo para el Rock español. Han caído bastante bandas y otras apenas se mantienen. Bandas de gente que sabe lo que se hace y que ven cómo contactar con público es cada vez más difícil. Normal: no saben de lo que hablamos.
Pero ahora vienen tiempos malos y tengo la esperanza de que, poco a poco y cada vez más, la gente vaya despertando, vuelva a circular sangre por sus venas y vuelva a soñar. Si una crisis provocó una explosión de creatividad y de comunicación sin precedentes, ahora tenemos una crisis sin precedentes… Quizás vengan tiempos mejores para el Rock. Y si no, me la pela. Porque el Rock no se hace, se vive. Y lo seguiré viviendo mientras respire.
Feliz 2011. Feliz crisis. ¿Has dormido bien?
Paco Santolaya (cantante y guitarrista de Web Ones)